domingo, 1 de junio de 2014

Políticamente incorrecta

Hay reacciones que no me pertenecen o que por lo menos no iban conmigo antes de ser madre. Ahora todo parece haber cambiado. No estoy exagerando pero hay comentarios que hubiera controlado, medido, intentado dentro de lo políticamente correcto. Hoy no logro frenar el impulso. Igual les confieso que aunque me hacen poner colorada estos arrebatos resultan tan liberadores, que pienso cómo no lo hice antes.

"Juntá todo que nos vamos"
Irme de un evento social repentinamente sin dar explicaciones me parecía de mal gusto. Estábamos en una quinta, nuestro bebito tenía tres meses. Hacía un calor de morirse, había mosquitos, todo pegajoso. Mi marido estaba en el quincho con nuestro hijo porque ahí estaba un poco más fresco. Al rato, una horda de mujeres lo habían rodeado y se pasaban a mi bebé de brazo en brazo mientras él lloraba a los gritos. Llegué al quincho y ellas me dijeron "No te preocupes entre todas te lo calmamos". Murmuré "quién..." y pensé "quién te lo pidió?" pero no sabía si mi marido les había dicho algo. Traté de pensar en algo rápido mientras ellas me decían "tiene hambre por eso llora así" "tiene sueño, no se puede dormir" y se lo cambiaban de brazos mientras me daban indicaciones. "Andá tranquila, nosotras nos encargamos" parecían las brujas de algún cuento. Me enfurecí, lo miré a mi marido y le ordené delante de todas "juntá todo que nos vamos". Les arrebaté a mi hijo y abandoné el lugar.
Por qué esas tres mujeres suponían que mi marido necesitaba de cierta presencia femenina? Por qué entonces cuando llegó la madre de la criatura, osea yo, no me lo daban e insistían en resolverlo ellas? Es que me estaban viendo como una primeriza inexperta que no sabían cómo proceder, lo que es carecer de criterio porque como les dije hacía calor y estaba insoportable, cómo mi bebito no iba a estar molesto.

"Qué le diste?"
Llegamos a nuestro primer cumpleaños de amigos con hijos, el homenajeado cumplía un año. Al rato mi hijo estaba a upa de una mina que no me cae muy en gracia. No obstante, no soy una madre posesiva y lo dejo, que vaya con otros, que ande por ahí. Ojo, siempre relojeando. De pronto veo que la mina se está comiendo una hamburguesa y que mi bebito mastica algo, sentado en su regazo. Se me transforma la cara y con el pelo volando cual Tormenta de X Men le digo elevando el tono "Qué le diste?!". Me responde con otra pregunta "Lo tenès naturista al nene?. Yo que la quiero matar por lo que acaba de hacer y por lo mal construida de la frase, no le digo nada pero ella insiste. "Te lo pregunto por cómo me hablaste...". Ah! no puedo creer tanto descaro! Le explico que él todavía no come y menos hamburguesa. Me sigue discutiendo y yo ya no puedo creer su nivel de caradurez. "Pero él ya tiene más de seis meses, no?" me dice. Le explico que todos los bebés no comen a la misma edad y que además tiene que tener en cuenta que podría ser celíaco, diabético, vegetariano o qué se yo qué. Pero que no se le da de comer a un bebé que no conocés sin preguntarle a su madre. Otra vez le digo a mi marido furiosa "Nos vamos".

"Vieja chota"
Insultar en público? jamás hasta que... Estaba en la cola del banco y había un padre con un bebito que lloraba, tenía la carita roja y los moquitos le chorreaban de la nariz. Le digo al de seguridad si no lo podía dejar pasar, él asiente y lo acompaña al primer lugar de la fila. Yo seguía manteniendo contacto visual con el padre y él me explica que está así porque venía de vacunarlo. Se me estrujó el alma, quise abrazarlo. La señora que era la próxima en pasar lo mira y le dice que va a pasar ella porque ya había hecho toda la fila. "Qué?" grito yo "Cómo podés ser tan egoísta? No te das cuenta que tiene un bebé y está llorando?". Nadie adhirió a mi apreciación y hasta el papá del bebito me hizo un gesto de no importa. Pero yo estaba indignada, cómo podía ser tan chota? Arremetí "Sos una vieja chota" mientras la mujer se metió en el box de las cajas. 

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