viernes, 28 de febrero de 2014

Hablar

Me tomo el subte con los ojos apenas abiertos porque mi bebito se despertó las 5 am con unas ganas locas de arrancar el día. Como no sabe palabras grita y gimotea. Después de varios "bebito es muy temprano para charlar, es hora de dormir" me rindo. Me visto y salgo a trabajar. Sube una mujer con un cochecito y se sienta al lado mío. Inevitable, empezamos a conversar, aunque es muy temprano para hacerlo y las dos querríamos estar en la cama.
El suyo se llama Lorenzo y desde hace algún tiempo no los deja dormir ni a ella ni a su marido, me cuenta. Tiene once meses y dos dientitos asomandole en la encía. Ella es traductora y le resulta muy difícil trabajar porque se tiene que concentrar y con pocas horas de sueño no lo logra. Es brasilera y su marido argentino. Deja al nene en la guardería mientras trabaja, o mejor dicho, sobrevive a la jornada laboral. Dice que Lorenzo recibe con una sonrisa enorme a su seño y que se le tira a los brazos apenas la ve. "Nunca llora en la guardería, la que se va llorando soy yo" ironiza sobre el desaire de su hijo. Me dice que es rarísimo esto que está haciendo porque siempre durmió muy bien, pero que ahora, su marido termina en el sillón llevándose al bebito para que ella descanse, ella en la cama con la perra y sin pegar un ojo porque le dan pesadillas. Me río y le digo que en casa también dormir es un lío, que yo termino con el bebé en brazos, medio desnuda porque los dos nos dormimos en alguna de las tres tetas de la madrugada, las gatas en la cuna y mi marido en el sillón. 
El bebito nos mira mientras se estira los cordones. Me dice además que ambos están muy cansados porque se están por mudar, tienen su casa en obra y ahora van a volver aunque no esté terminada. Hace días que embala las cosas. Entonces me acuerdo de ese texto de Laura Gutman en el que aconseja hablar con los bebés y le pregunto "¿Le dijiste a Lorenzo que se están por mudar?". Me mira descolocada y me dice "No, no le dije nada" se hace un silencio mientras ella piensa "Pobre, por ahí esté pensando en que si lo vamos a llevar con nosotros, si vamos a guardar sus chiches...". Lo mira impostando seriedad y le dice "Vos y yo tenemos una conversación pendiente para esta noche".
La verdad es que no sé si los bebés (antes del lenguaje) logran entender lo que les decimos pero sin duda algo entienden porque en algún momento empiezan a hablar, digo, el lenguaje se les instala sobre alguna posibilidad de comprender que es previa a que lo manejen. Así que pensándolo así, suena bastante lógico explicarles las cosas, aunque para mí a veces sea hora de dormir y para él de conversar.

¿Ustedes les hablan a sus bebés o soy la única demente que lo hace? ¿Sienten que ellos las entienden?

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